Las Instituciones de
Educación Superior de nuestro país y del mundo demandan
cada vez un mayor nivel de aspectos teórico-metodológicos
de los egresados de las Universidades para que pueden ser competitivos
en el mercado laboral. Para lograr lo anterior es necesario contar con
profesores con un excelente nivel académico que propicie los
aprendizajes significativos en los educandos a través de la crítica,
la reflexión, el análisis, todo ello en un marco de humanismo
que caracterice a nuestros egresados en el desarrollo de su práctica
profesional de tal forma que les permita crear, generar e innovar tecnologías
núcleo que propicien el desarrollo a nivel local, estatal y nacional.
En años pasados
la necesidad de atender estudios de posgrado del personal académico
de la Universidad de Guanajuato, había sido canalizada según
intereses particulares de cada Dependencia. Fue hasta 1992 que se inició
un programa institucional que proporcionaba apoyo a los aspirantes a
través de un comité de Formación de Recursos Humanos
integrado por los directores administrativos de Recursos Humanos e Investigación.
La asignación de las becas se había normado por tres reglamentos,
1990, 1992 y 1993-1994; en los dos primeros periodos, los candidatos
a la beca podían ser profesores de carrera de tiempo completo
con nombramiento definitivo de 40 horas, semana, mes, con tres años
o más de antigüedad laboral y con dedicación exclusiva
a la Institución. El reglamento aplicado en el periodo 1993-1994
señala que los aspirantes a la beca pueden ser tanto los profesores
de carrera de tiempo completo de 40 horas, como los de 30 horas.
En el ciclo 1992-1993 se otorgó la beca a un total de 357 académicos
de las diferentes áreas, para el ciclo 1993-1994 hubo un incremento
de 50 más en relación al periodo anterior, el incremento
indica que la beca ha fomentado la superación académica
del personal.
Ante estas circunstancias
y como resultado de evaluaciones institucionales y otras externas, destacaron
la necesidad de crear una instancia administrativa que se diera a la
tarea de trabajar sobre los programas y prestaciones ya establecidas,
así como planear y buscar otras alternativas en beneficio de
los profesores, donde tengan la oportunidad de participar para la obtención
de apoyos a cursos de actualización y superación académica,
como un medio para elevar la calidad de la Educación Superior.
Por lo que el 19 de enero de 1995, siendo rector en ese tiempo el C.
Lic. Juan Carlos Romero Hicks, da inicio con programas y actividades
propias la Coordinación de Superación de Personal Académico
(COSUPERA).
Algunos de los programas
que gestiona esta Coordinación es lo relacionado con la aplicación
de los estímulos al personal docente que realiza preponderantemente
las funciones sustantivas de la Universidad: Docencia, Investigación,
Extensión y Administración; procesos de recategorización,
otorgamiento de años sabáticos y cursos de actualización,
así como los programas de PROMEP, la gestión de cátedras
patrimoniales y de repatriación además de propiciar y
favorecer la actualización y capacitación de los profesores
en el área pedagógica, disciplinar y de desarrollo personal
todo ello en coordinación con las direcciones a fines y las unidades
académicas tomando como eje para realizar las gestiones el plan
de desarrollo de las unidades académicas y de las DES., creemos
que lo anteriormente expuesto permite elevar el nivel de la calidad
en la docencia, investigación y extensión; así
como impulsar el grado de compromiso que el profesor debe tener para
con la Universidad.